martes, 10 de mayo de 2011

El hogar ahora...

Despues de un poco de bricolage casero, de bastantes compras en tiendas de segunda mano y de un mucho de ayuda de las personas que nos han acogido como amigos, hemos ido haciendo de este apartamento un autentico hogar. Un refugio en el barrio de Yanagigochi...

 ... el lugar al que volver cada tarde cansados de un duro dia, un paraiso en el que despertarte tarde un sábado y prepararte un buen desayuno...,








 ...un albergue confortable donde acoger a los visitantes que se aventuran por estas tierras... aunque esa es una historia que aun ha de ser contada...


La verdad es que vamos a echar de menos esas cortinas cosidas a base de grapadora y un lienzo de tela de mercadillo, los sofás de la madre de Keila que ya no usaba, las tiras de calamar seco que cuando te acostumbras son más adictivas que las pipas y nuestro baño con chorrillo... El pingüino no lo echaremos de menos porque nos lo llevamos que es muy simpático él.




Un abrazo a todos permanezcan atentos a la próxima entrega.

1 comentario:

  1. Tiene una pinta cojonuda...os ha quedado chulísima! Enhorabuena para de dos!

    abrazo!

    ResponderEliminar