jueves, 26 de mayo de 2011

Ni Fukushima ni el Tokai podian evitar el desembarco...

Esta historia comienza con  unos padres cuyos hijos están viviendo en Japón..., se impone una visita, aunque el viaje es largo y caro... Pero una buena crisis nuclear aderezada con frecuentes terremotos hacen que las mamás gallinas (y un gallo) no se lo piensen, hagan sus maletas y corran a verificar la buena salud de sus polluelos,


Con su llegada a Narita  ya se les habían pasado todos los males y nos dispusimos a celebrar el reencuentro por todo lo alto... Como venian preocupados por el tema radiactivo, se propusieron que en los 3 meses que nos quedaban no tuviesemos contacto alguno con las comidas locales... y si no ojo a la foto...


...y aunque recién llegados no parecía que estuvieran a disgusto, no...


Y con las fuerzas repuestas los valientes aventureros salieron a conocer la cultura local, empezando por nuestra propia ciudad, Mishima... donde convive lo antiguo...


 con lo moderno...

 

... y cuyas gentes son acogedoras como pocas...


 ... llena de rincones por explorar...


... y además la pillamos en fiestas, "dia del niño" y pudimos mezclarnos como únicos turistas en el folklore local más auténtico...


Ya en un viaje por el suroeste de Japón pudimos descubrir las increibles calles de la futurista Osaka....





...donde nuestra fusión con el ambiente ya era más que notable...




...también visitamos Nara, primera capital conocida de Japón...








... y Kyoto, ciudad de geishas y tradición...



...aunque la poca afluencia de turistas en Japón por estas fechas hacía dudar quienes eran los exóticos... la gente pedía hacerse fotos con nosotros... en serio...


Y con las necesarias "paradas técnicas"...


... y haciendo nuevos amigos por el cámino...



... la comitiva expedicionaria se volvió a la patria pensando que debían haber tomado unas vacaciones más largas (mama angelita hasta llenó una botella de agua del grifo de Tokio para el viaje de vuelta... jajaja)


... nido lleno, nido vacío... hasta que el gallo que falta venga a visitarnos nos quedamos con Japón para nosotros.


Ha sido un placer compartir esta aventura con vosotros!

Besos a todos.

martes, 10 de mayo de 2011

El hogar ahora...

Despues de un poco de bricolage casero, de bastantes compras en tiendas de segunda mano y de un mucho de ayuda de las personas que nos han acogido como amigos, hemos ido haciendo de este apartamento un autentico hogar. Un refugio en el barrio de Yanagigochi...

 ... el lugar al que volver cada tarde cansados de un duro dia, un paraiso en el que despertarte tarde un sábado y prepararte un buen desayuno...,








 ...un albergue confortable donde acoger a los visitantes que se aventuran por estas tierras... aunque esa es una historia que aun ha de ser contada...


La verdad es que vamos a echar de menos esas cortinas cosidas a base de grapadora y un lienzo de tela de mercadillo, los sofás de la madre de Keila que ya no usaba, las tiras de calamar seco que cuando te acostumbras son más adictivas que las pipas y nuestro baño con chorrillo... El pingüino no lo echaremos de menos porque nos lo llevamos que es muy simpático él.




Un abrazo a todos permanezcan atentos a la próxima entrega.